La agricultura protegida en el mundo, y en México en particular, es una de las economías más fuertes del sector primario. En la última década su ritmo de crecimiento ha sido del 12% promedio anual, lo que genera alrededor de 10,000 nuevos empleos al año.
El surgimiento de invernaderos como alternativa de producción agrícola ante el cambio climático y ante la necesidad de optimizar los recursos en la agricultura, demandan una formación práctica y orientada a resultados.